Todavía me quedan dos capítulos para terminar la serie de Ayrton Da Silva que ha estrenado Netflix hace unos días y no puedo sorprenderme más por el resultado, a pesar de que no he llegado al final. No me hace falta, dada que la historia es más que conocida por todos los aficionados a la Fórmula 1. A lo largo de este tiempo he visto varios documentales sobre el piloto brasileño y eran eso, documentales, un enfoque que va por otro camino que el desarrollado por la plataforma. Y para bien, he de decir, pues no se dejan de aprender detalles de la vida del ídolo del volante.
Es una serie, con sus toques ficcionados, que presenta la vida de Ayrton de una manera comercial y entretenida. He de decir que se reviven esos momentos —que yo no viví, sino que me los contaron— de una manera tan visual que agrandan la leyenda de Beco (apodo que yo no conocía, por ejemplo) hasta un nivel distinto al que estamos acostumbrados. Es por ello por lo que el producto suma y no resta como otras producciones que quizá están encaminados más al márquetin que a otras labores. No digo que en este caso no ganen perras, pero lo disimulan bastante bien.
Se conoce a un Senna visceral, competitivo y centrado en sí mismo. Egoísta, que es como se presupone a un piloto dentro de la pista, y luchador. Aun así —y no es culpa de la serie— siento que en sus tiempos todavía estas cualidades eran más intensas de lo que se muestra en la pantalla. Era Senna. Más Senna. Es Senna. No me cabe la menor duda de que alguno de los relatos que se han escuchado desde su muerte han quedado perfectamente representados: como aquel momento en Mónaco donde percibió que su coche y él se sentían como un único cuerpo.
Se trata de una adaptación tan emotiva que su recomendación para nada es una pérdida de tiempo. Una de las características más fieles es la fiel representación de los monoplazas y sus marcas, fidedignas a la realidad, algo que en otras producciones de carreras de coches hace perder enganche. En cambio, en la serie de Netflix permite que el espectador se embadurne completamente en su historia sin pensar en Hacendado. La potencia de las experiencias, la brevedad y la vehemencia del brasileño convierte cada esenna [sic.] en un disfrute pleno.
Mi Twitter: @Ninozurich
*Fotografía tomada de News.GP.
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