Páginas

jueves, 17 de octubre de 2013

Gustar(se)

Ha llegado un punto en el que concebimos un mundo intangible como cuantificable. Esta chorrada queda muy filosófica y hasta parece culta de no ser porque me refiero a Facebook, esa red soc…(¿qué hago explicándolo?), esa marabunta donde volcamos todo lo que nos sucede como si hubiéramos firmado un contrato que nos obliga a contarlo. Ni siquiera es necesario (en algunas ocasiones, incluso, inútil). Es como vivir enfrascado entre cristales. Nos ven, saben lo que hacemos, dónde estaremos el mes que viene o si optamos entre gambas, pavo o almendras para Nochebuena. Pero nos mola.

Y nos gusta. Bueno, en realidad, nos gusta que a otros les guste. Hasta cierto punto que se pueden configurar fácilmente las pautas a tener en cuenta para obtener uno de esos ‘Me Gusta(s)’ que endulzan la rutina. Mediante una serie de algoritmos (súper complejos que no entenderíais) he conseguido establecer una serie de pautas comunes en las que coinciden gran afluencia de esos clics.


-Empatía > Quizá el más agradecido, el que se alegra del éxito de otra persona. Está de moda (y me incluyo) escribir largas parrafadas emotivas que fácilmente provocan que el que está al otro lado de la pantalla se identifique con tu propia satisfacción. Ya puedes empezar una nueva etapa de Erasmus (volver de ella), recordar un verano (o una feria), ganar un campeonato de dardos local o destaponarte los oídos que, si lo aderezas con una pizca de nostalgia y esfuerzo, te llevas un clic tan rápido como el proceso de tu siguiente publicación.

-Eruditos > Tu amigo ha publicado un fragmento, un enlace o una foto con alguna referencia cultural circunscrita a límites hipsterianos. No tienes ni idea de quién coloreó ese cuadro, pero tienes que mantenerte en la aureola en la que estás inmerso, por lo que no dudas en gustarte ese apellido con raíces polacas, ascendencia ucraniana y orígenes búlgaros que tan intelectual te hace parecer (o no). Sin nada que preocuparse, rezas para que nadie te pregunte sobre el repertorio del artista en cuestión.

Esta es una pintura (sí, pintura) del artista checo Hynek Martinec. No la/lo conocía hasta hace dos minutos.

-Nostalgia > Directamente conectada con la primera de esta lista, la evocación de sentimientos tristones son todo un clásico en la última temporada facebookera. Las lágrimas son un reclamo (más) de identificación que suele causar repentina mella en el lector que, en este caso, utiliza su clic particular como apoyo del protagonista. La muerte de tu propio canario, siguiendo esta línea, es un buen comienzo para acumular notificaciones.

-Por compromiso > Hay que recompensar a los fieles que normalmente nos cortejan con un ‘Me Gusta’. A veces, no siempre, se congratula con hipocresía una publicación que no nos gusta, pero con la que sentimos un sentimiento de compensación con su autor (dentro de la poca relevancia que pueda tener ese clic) por el hecho de que es un asiduo azul en nuestras intervenciones. (Ahora andaréis con ojo sobre la sinceridad de algunos. O sobre la mía propia)

-Bebés > Un recién nacido siempre despierta melancolía y ternura. Nunca falla. Aunque lo vistas como a una estrella del baloncesto.


-Acosador > La táctica de ligue por excelencia, pero la menos eficaz. El individuo que da a ‘Me Gusta’ a todo lo que publicas (ojo, yo no tengo de esto). ¿Una foto con amigas? Clic. ¿Una canción de Los Rebujitos? Clic. ¿Una foto recién levantado/a? Clic. ¿Te has roto el brazo y necesitas compartirlo con tus contactos? Pues claro que clic. ¿Has sido invadido/a por una plaga de langostas en tu propio dormitorio? ¡Mola, toma clic! Generalmente, detrás de cada toque de ratón suele haber un hombre que posiblemente ni te salude cuando te vea por la calle.

-Nunca se es demasiado maligno > ¿Se trata de reírse de algo/alguien/todoalavez? Aquí encontrarás una retahíla de seguidores que adoran contribuir a la causa. No importa que el relaxing café con leche esté más trillado que la cara del muñeco de cera de Fernando Alonso, lo importante es que sigue siendo un motivo para ridiculizar lo que sea.


-Comida > Creo que sobra decir nada más. Te gusta comer, ¿no? Pues ahí lo tienes.

-Ser famoso > Si fueras famoso, que no lo eres, por eso estás leyendo este blog, probablemente podrías ilustrar tu muro con un retrete, que recibirías un millar de 'Me gusta(s)' mínimo. Cuando yo lo sea, os lo diré.

-Llamarte Mariano DiVaio, Iggy Azalea o Benjamin Kowalewicz.


PD: Por cierto, aquí abajo hay una de esas cajitas para que le deis a…ya sabéis.




Mi Twitter: @Ninozurich. 


*Fotos tomadas de The Huffington Post y Blogspot.

No hay comentarios:

Publicar un comentario