De hecho, llevo un retraso de unas tres semanas, lo que equivalen a tres textos para volver al cauce normal al que estoy acostumbrado. No se crean, cuando ocurre este tipo de atrasos no es baladí para mi persona. Pienso en ello y reflexiono sobre cómo o cuándo podré ponerme al día. Y si no me acuerdo mucho, escribo sobre que no me acuerdo mucho. Y si no sé sobre qué escribir, escribo sobre que no sé qué escribir. Esto último ya es un clásico para el que lleve siguiendo estas actualizaciones en los últimos años.
Sin ir más lejos, hace unas cuantas semanas plasmé algo parecido sobre este mismo teclado. Y es que cuando no se puede, no se puede. Por mucho que uno intente llegar a todo hay veces en las que se tiene que dejar ir las cosas y afrontarlo con naturalidad. Si no puedo escribir la entrada semanal, no pasa absolutamente nada, ya se escribirán tres de golpe y estaré la mañana de un sábado aporreando el teclado con ahínco para ver si no me pasa más.
Y ya está, que no tengo nada más que decir porque en cuanto publique esta entrada le seguirá otra, y después otra. Esa es mi penitencia por faltar a todos mis feligreses, que calculo que son entre 0 y 1. No está mal para un tipo que sólo sabe decir chorradas.
Mi Twitter: @Ninozurich
*Fotografía tomada de Know your meme.
*Fotografía tomada de Know your meme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario