A mí este lugar me ha servido para destriparme en muchos aspectos de mi vida: el amor, la decepción, el existencialismo... Aporreando el teclado te desahogas hasta puntos que no imaginabas. Te conoces mejor, te conocen mejor. Hay cosas que no soy capaz de decirlas si no es con un folio en blanco delante (virtual o físico). Por eso me enorgullece haber mantenido la constancia durante tanto tiempo. Me ha gustado esa "necesidad" de contar lo que sea cada semana. ¿Seré capaz de comentar algo que merezca la pena? ¿Haré feliz a alguien? ¿Soy todo lo agradecido que debería?
Sí es verdad que la frecuencia de las entradas ha ido variando desde el comienzo. Uno, conforme va creciendo, abraza cada vez más responsabilidades, que con el paso de los años también aumentan en envergadura. Ya no soy un estudiante que se esmeraba en escribir una pieza más preciosista casi cada día, buceando en los temas de actualidad para mostrar una opinión brillante. Me conformo con una pequeña dosis semanal y, aunque esté algún finde sin publicar, prometo siempre ponerme al día para que la media sea la prometida.
Quizá son los últimos años los más profundos. Te haces mayor, trabajas y ves la vida desde una perspectiva en el que el paraguas parental ha desaparecido. Maduras, en definitiva, y tratas de ser una mejor persona cada día porque los años díscolos son propios de una etapa tremendamente feliz, pero pasada. Me gusta la estabilidad y la rutina, tengo alergia al descontrol. Me pongo nervioso cuando no depende de mí que algún suceso salga adelante, por eso me altera no llegar a tiempo a mi cita con este blog o, si alguno está leyendo, contigo.
La ilusión también se va mermando. No comparto el contenido en las redes sociales desde hace muchísimos meses, salvo excepción, y mi única intención es inmortalizar en el tiempo lo escrito. Que permanezca siempre en algún lugar de la nube, pero también en el pensamiento. He olvidado muchas de las cosas que he escrito, pero no las emociones. Con los textos que más disfruto son con los de los viajes. Me hacen sentirme orgulloso de quienes me han acompañado en esos pasos y siento la intensa sensación de tener que agradecérselo. Es por ello que pienso cada palabra para que esa persona también comparta parte de esa felicidad de la que ha sido causa.
Me he vuelto más profundo y eso me encanta. Son diez años, más de un tercio de mi vida, abriéndome con todo aquel que quiera escuchar. Como si fuera una terapia. A modo que envejecía, aprendía. Tanto escribía como maduraba y me divertía. Es y ha sido un viaje tan fantástico que algún día, peinando (más) canas, me sentaré en un sofá frente a una lumbre y me leeré todas las chorradas que fui capaz de vomitar. Y puede que saque (otro) libro de mis viajes. Todo es pensarlo otros diez años más. Feliz aniversario a todos.
Mi Twitter: @Ninozurich
*Fotografía tomada de Wikipedia.
*Fotografía tomada de Wikipedia.
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