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sábado, 11 de enero de 2025

Una emoción familiar

Hay muchas cosas en la vida que vuelven: la moda, la familia, los amigos, etcétera. Y hay otras que aparecen cuando menos te lo esperas. Como casi siempre ocurre en el momento de terminar una serie, asaltan dudas de cuál va a ser la siguiente. Es como si tuviéramos que tener una a medias para comentar o porque se supone que es lo que se debe hacer en estos días en los que las plataformas están a la orden del día. ¿Tienes Netflix? ¿Tienes Amazon? ¿Tienes HBO?

Así las cosas, me vienen a la cabeza otros tiempos en los que teníamos que acudir semanalmente a SerieYonkis, por poner un ejemplo, para consumir la dosis semanal del capítulo en cuestión. Me acuerdo de que como el catálogo no era tan extenso me anotaba series que no me gustaban en demasía, pero las veía porque o bien no había otra cosa que ver o bien no tenían buenas críticas. En esos años no teníamos tal exceso de contenido.

Esta reflexión, que para nada es original, ha venido sólo porque semanas atrás se me ocurrió retomar una de esas series que eran fijas en mi rutina: American Horror Story. Me percaté de que ya iban por la duodécima temporada sin tener claro en cuál de ellas me quedé yo: las primeras son míticas, pero a partir de la séptima mi imaginario comenzaba a estar nubloso. Con esa misma, de hecho, empecé el primer capítulo y fui recibiendo flashes que me dieron pistas de que sí, la había visto. Sepan ustedes que me da tremenda pereza ver algo, cualquier metraje, dos veces, así que la quité, convenciéndome de que no importaba.

Con la octava confirmé que la había visto, aunque cerciorarme me llevó más tiempo. Apocalypse me entretuvo a pesar de recordar más aspectos que su antecesora. Sin embargo, con la novena (1984) me he reemocionado con la sensación de descubrir un nuevo escenario con los mismos actores. Esa sensación de qué está por venir, qué conexiones habrá entre temporadas y qué nuevo personaje interpretará este o aquel. Si bien el paladar es añejo y no tienen comparación con Murder House, Asylum o Freak Show, se atisba esa esencia que me atrapó en su día.

Así que he vuelto sin saber qué me deparan las siguientes entregas: tres me quedan. Tampoco conozco detalles de si habrá más o cuál es el rumbo que tienen imaginados sus creadores. Sólo sé que cada intro es la puerta a algo desconocido y, sobre todo, familiar. Me suenan estos escalofríos.

Mi Twitter: @Ninozurich
*Fotografía tomada de TV Spoiler Alert.

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