Estoy pensando cómo iniciar un nuevo texto porque tengo la sensación de que esta pieza ya la he escrito alguna vez. Parece tradición por costumbre. No es la primera ocasión que gritamos que el Palma Futsal es campeón de Europa. De hecho, lo llevamos repitiendo los últimos dos años porque desde entonces no se ha quitado ni la etiqueta ni la corona y, como mínimo, estará otro curso más sacando pecho de su condición hasta que alguien se atreva no sólo a discutírselo —muchos lo han hecho—, sino a arrebatárselo. Es una de esas historias de amor que empezó con un cruce de miradas y el enamoramiento se ha extendido por siempre.
A cada edición de la UEFA Futsal Champions League se van destapando distintos registros inéditos que nadie había logrado hasta la fecha, además de extender la sombra que España tiene sobre el resto del continente, al menos en cuanto a títulos se refiere. El rastro de éxito que se inició en 2023 continúa más que vigente en la actualidad y, por lo pronto, 24 partidos después sin conocer la derrota, no tiene síntomas de agotamiento. Todo lo contrario: si la primera fue ajustada (decidida desde el punto de penalti contra el Sporting de Portugal), la segunda se convirtió en goleada (5-1 frente al Barça) y la tercera, la última, fue en las que más tantos se anotaron (13) con uno de los contendientes anotando más de siete (nueve, en realidad) por primera vez (9-4 ante el Kairat Almaty). En claro síntoma de progresión.
Desde que se designó el término de la final brotaron a borbotones hechos loables. Quizá el más brillante es que ningún club hasta la fecha había conseguido tres Copas de Europa consecutivas bajo el sello de la UEFA. Ahora sólo el Palma puede alzar la voz en ese sentido. El asterisco, en reconocimiento de la historia, nos obliga a reservar unos renglones para el Playas de Castellón, que sí alzó tres veces la competición continental en tres años seguidos, aunque la primera no contaba con el beneplácito del organismo citado. Los registros, se miren por donde se miren, comparten el denominador común de referirse a clubes que compiten bajo la bandera rojigualda.
Aquí arribamos al logro colateral que para España tiene la victoria balear, ya que suma más títulos de Champions League (14) que el resto de países juntos (10). De hecho, los tres clubes que más entorchados tienen son españoles y entre los tres siguen sumando más (12) que todos los demás: Inter (5), Barça (4) y Palma (3). Podio completo. Por consiguiente, rompe con otra barrera nunca antes ocurrida: única nación que encadena cuatro coronas consecutivas, desde 2022 a 2025: Barça (1) y Palma (3).
Las individualidades, eso sí, tampoco se pueden obviar: dos nombres se alzan por encima del resto en cuanto a la competición de la UEFA. Antonio Vadillo igualó a Jesús Velasco como los técnicos con más entorchados (tres) y Mario Rivillos, con su quinto trofeo, se halla en solitario en la cima del jugador más exitoso en estas lides. Por si fuera poco, Fabinho ha sido el único que ha celebrado cuatro goles en esta final europea.
Y si se ponen así, este texto puede quedarse corto si en mayo de 2026 a los mallorquines les da por hacerme seguir trabajando.
Mi Twitter: @Ninozurich
*Fotografía propiedad de la UEFA.
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